¿Cuántas manitos de conejo se levantan en su empresa cuando se detecta un problema? Yo hice lo que tenía que hacer, no puedo responder por otros… No es mi responsabilidad… Pregúntele al departamento del lado…
En todos estos casos la respuesta iba acompañada de un gesto similar al manos arriba, con la manos a la altura de los hombros e inclinadas hacia atrás, “manitos de conejo”. Una vez constatado que todos levantaron las manitos, todos las bajan y comienzan a apuntar con su dedo índice en busca de los culpables, generando conflictos y mal clima interno. Todos tendemos a buscar culpables lejos nuestro porque de forma sincera sentimos que hemos hecho nuestro mejor esfuerzo para que las cosas resulten bien.
Entonces ¿Porqué llegamos a ésta situación?...
La clave está en el diseño de los procesos, los incentivos y el liderazgo que ejerza la dirección, es decir “el ambiente” que ofrecemos a las personas para que se desempeñen.
¿Cómo llegamos a ésta situación?
Producto de la administración por funciones, nuestra historia y la evolución no consciente de la organización, lo cual nos lleva a la necesidad de revisar nuestra organización de forma periódica para corregir el rumbo, partiendo de una gran revisión que de rumbo al ambiente que deseamos obtener.